Le Carre es un autor bastante conocido sobre todo porque varios de sus títulos han pasado al cine como El espía que surgió del frío (1965), Llamada para el muerto (1966), La chica del tambor (1984), La Casa Rusia (1990), El sastre de Panamá (2001), El Jardinero Fiel (2005 oscar a Rachel Weisz) o el Topo (2011) , por citar las más conocidas (es aconsejable consultar la base de datos de IMDb para saber sobre el tema).
El propio Le Carre fue espía en el MI5 y MI6 en los años 50. Para quien esté interesado en su biografía y en el conjunto de su obra se aconseja consultar la denostada Wikipedia (pero la versión inglesa, ya que la española se limita a recoger la producción literaria del autor)
Me gusta la manera en que presenta a sus espías pasando bastante del super héroe e incluso haciéndoles demasiado “humanos”. Realmente parecen mas bien unos probos funcionarios que no acaban de tener claro cual de los dos sistemas es moralmente mejor (o con más precisión cual de los dos es moralmente peor).
El motivo fundamental para este comentario es que el protagonista (Ted Mundy) de la novela nace en 1947 así es que resulta nuestro coetáneo. Es curioso seguir las aventuras de alguien que ha vivido tu misma época y con el que podrías haber coincidido en algún caso.
Ted participa en Inglaterra y Alemania en las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam, vive en una comuna en Berlín y allí encuentra al que será su amigo absoluto Sasha. Se vuelven a encontrar en la Alemania Oriental de los años 80 en plena guerra fría como espías dobles para ambos bandos y ambos pierden su empleo con la caída del muro de Berlín. Finalmente, se volverán a encontrar después del 11S y en plena guerra de Iraq (Le Carre se opuso activamente a la política británica de Blair) y acabarán …. pero no se trata de desvelar el sorprendente final de la novela.
Simplemente, para los más interesados en las teorías de la “conspiración” anotar que la novela se termina de escribir casi un año antes del 11M de Madrid. La obra tuvo poco éxito, aunque quizás se explique si se consulta la reseña que sobre ella encontramos en Wikipedia (esta vez en español).
Hay veces en que la realidad supera ampliamente a la ficción.
Este señor es una de las “espinitas” que tengo clavadas en mis hábitos de lectura.
ResponderEliminarEntre otras lecturas de diversos tipos me han gustado las novelas de acción y en las que pasan muchas cosas y mas si están relacionadas con los acontecimientos del siglo pasado (el nuestro).
Algunas de ellas clasificadas como Best Sellers, muy para el consumo pero entretenidas, hablo de los F. Forshite, Ludlum, Ian Flemming y pocos mas. A Le Carre nunca le tuve dentro de esa categoría, siempre ha sido para mi el mas serio de los que trataban el mundo del espionaje y los negocios “alternativos”.
A parte de estas consideraciones, las películas que han hecho de sus novelas me han gustado todas y vienen a mostrar muy bien cual era su pensamiento político. Han sido acicate para tratar de leer sus libros en mas de una ocasión.
Hay esta la espina. No he logrado terminar ninguna, ni siquiera he llegado a la mitad. La Casa Rusia, El jardinero fiel, El sastre de Panamá. El Topo la tengo encima de la mesilla de noche y me da cosa el archivarla, pero me meto y nada me cuesta mucho trabajo.
Creo que el problema para mi es la superabundancia de personajes, algunos muy complejos y difíciles de situar en el entramado de la novela.
La novela que mencionas “Amigos absolutos” la desconocía. Trataré de buscarla y trataré de leerla, a ver si hay suerte. No me rendiré.