La Felicidad Conyugal, de Lev Tolstói, por Alberto Portolés


Varias veces se ha publicado esta novela corta de Tolstoi y siempre ha acabado agotándose ya que al encanto del relato se une esa prosa limpia, amable, atrayente del autor ruso. La novela fue publicada en 1858 y se la puede considerar cronológicamente como de juventud ya que cuando la escribe cuenta solo con 30 años. Previamente había escrito los relatos sobre su infancia y adolescencia, pero todavía quedaba tiempo para que se le conociera al escribir Guerra y Paz en 1865.

            Se relata el enamoramiento y posterior boda y vida matrimonial de una chica de la nobleza rural, huérfana de 17 años con el administrador de su patrimonio que es un hombre mayor. Esto no es lo más singular del caso ya que las diferencias de edades no eran infrecuentes en los matrimonios rusos del siglo XIX. Si es curioso que la historia se convirtiera en real en el mismo Tolstoi que se casó años después con una chica de 18 años en unas circunstancias muy similares a las que se describen en la novela

            María Alexandrovna (Masha), vive con su hermana pequeña y la institutriz; sus padres han muerto y el panorama es triste y desolador en la hacienda rural. Lo único que alegra el ambiente son las visitas de Serguei Mijailhovich, el administrador y tutor, que además fue amigo de su padre y que se ocupa de todo lo relativo a la hacienda. De la amistad llena de admiración por parte de Masha, se pasa al amor, y desde allí al enamoramiento, la pasión amorosa y el matrimonio. Luego vienen los miedos, celos, tensiones y malentendidos, un periodo duro y complejo hasta llegar al acoplamiento, donde triunfa la generosidad, la comprensión de uno y de otro, el perdón sincero, dando paso así al último y definitivo periodo, que coincide también con la llegada del primer hijo, lleno de ternura, de cariño auténtico y maduro.

            Puede parecer que lo que hace tambalear el matrimonio son las diferencias de edad, pero realmente es el egoísmo, la vanidad y la falta de visión de María que quiere vivir una vida disipada y a la búsqueda del placer. En el lado contrario está el marido que se arriesga, a favor de la libertad, a dejar que sea su mujer la que descubra los engaños de esa vida insípida y regalada que va destrozando su vida y vuelva al matrimonio como el lugar de la paz, el sosiego y la alegría. Es admirable como Tolstoi es capaz de introducirse en el personaje femenino y recrear los estados emocionales y el complejo mundo de la interioridad de la mujer y del proceso del enamoramiento.

            Si a todo esto se le junta la descripción de los paisajes, de la naturaleza en los diversos momentos del día y de las estaciones; la casa familiar y sus estancias, los momentos hogareños, descubriremos una excelente obra muy de Tolstoi y que siempre está preparada para que la leamos y pasando un buen rato descubramos un poco más de la naturaleza humana y en este caso, de la femenina. 


(Acantilado, Barcelona 2012, Págs 176, 11€, T.O. Sermiéinoie schastie, Trad: Selma Ancira Berny)

3 comentarios:

  1. No conozco este libro, pero sí he oído hablar de Selma Ancira Berny, la traductora. En general, de una buena traducción depende que un libro escrito en otro idioma pueda ser debidamente paladeado o se transforme en un desastre. En los últimos tiempos es frecuente darnos con traducciones hechas en dos pasos; el primero es informatizado (no con un traductor 'on the fly', sino con uno 'profesional'; el segundo, que ya es 'a mano', es para corregir erratas y disparates. Eso da lugar a un castellano plano, gris y acorchado (pensad en Harry Potter) que mata toda la pasión (y todos los dobles sentidos) que haya podido poner el autor. Si este libro está traducido al viejo estilo (todo indica que sí; la conversión ruso-castellano es tan inusual que dudo existan 'translators' de calidad) merecerá la pena leerlo. Tolstói, por muy del XIX que hoy nos pueda parecer, sigue siendo un escritor formidable.

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  2. Para daros tranquilidad, os diré que la traducción es excelente y que el castellano resulta muy lucido. Toltói es actual porque va al fondo del hombre, que nada ha variado en su interioridad. Me parece que es uno de los escritores que ha sabido penetrar más incisivamente en la psicología femenina.
    Además como es corto, es una delicia.
    Por otra parte, os puedo decir que ahora hay muchas editoriales pequeñas, selectas, que ofrecen grandes libros, cuidados y muy bien traducidos. Acantilado es una de ellas.Los grandes grupos editoriales puede que recurran a esas traducciones, cosa que no me extrañaría, viendo en algunos de los best sellers las absurdas traducciones que tienen.

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    1. ¿Hay algún otro título de Acantilado que nos puedas recomendar?

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